viernes, 23 de abril de 2010

PA 2- Hitos 1 y 2

HITO 1: "Nacimiento del comercio en el época comercial"

Como ya se sabe, la época colonial se vive a lo largo de los años 1532-1700 y comprende el inicio de las comercializaciones entre Perú y otros países (empezando con la metrópoli). Es así que en esta época se pueden identificar tres temas puntuales; el comercio marítimo, la producción de plata nacimiento de nuevas actividades.

En cuanto el comercio marítimo, se sabe que este no podía desarrollarse libremente, sino que debía llevarse un control del mismo por lo que el Gobierno delimitó los lugares donde se podía realizar, eligiendo al Callao como uno de los puntos más significativos para el comercio ultramarino en América. Debido a esto el Perú pudo realizar intercambios con la mayor parte del continente americano e, incluso, con zonas más alejadas como las Filipinas. Este comercio tuvo importantes consecuencias en las finanzas del gobierno y la constitución del mercado interno [1].

En cuanto a la producción de plata, se conoce que a la llegada de los invasores europeos y sus encomiendas, la economía peruana fue subordinada e incorporada a la economía mundial. Así, la metrópoli le ofrecía manufactura al continente americano mientras que exigía que este le produjera y exportara plata [2]. Además, cabe resaltar que la mano de obra usada en las minas fue indígena y se justificó mediante el uso indiscriminado de la mita. Puesto que, las técnicas andinas se adecuaban a la altura mejor que las hispanas [3]. De esta manera, fue en Potosí donde se establece el primer campamento minero y de donde se realiza una gran exportación inicial. No obstante, la producción disminuye debido a la falta de tecnología y a la inestabilidad política por la que atravesaba el país.

“La producción no aumentó sino hasta el descubrimiento de las minas de mercurio de Huancavelica en 1563 (…) [y] una vez instalada dicha tecnología en el Perú, a comienzos de la década de 1570, la plata se convirtió en el motor del desarrollo colonial (KLARÉN 2004: 72).”

Asimismo, debido al crecimiento económico y comercial, nacen nuevas actividades coloniales como la agricultura comercial también desarrollada por los encomenderos, los cuales “(…) comenzaron a adquirir, (…), tierras aptas para el cultivo y el pastoreo, a fin de producir y vender productos a la creciente población urbana (KLARÉN 2004: 74).” Debido a la fuerte demanda de los productos, los europeos se apropiaron de parcelas de mayor tamaño y es así como se da el origen de las haciendas peruanas y el valor de las tierras, puesto que el incentivo de los mercados urbanos hacía que estas cobraran una importancia cada vez mayor. Por ello, las encomiendas y las haciendas toman un rol preponderante en la satisfacción de la alta demanda mercantil de productos agrícolas. Pues,

“[l]as primeras recolectaban alimentos, principalmente pero no exclusivamente indios, para venderlos en los pueblos, especialmente en las minas donde los trabajadores indígenas no solamente consumían grandes cantidades de coca y comidas nativas, como la chicha, la hierba mate y la carne fresca, sino también ropa de fabricación burda (KLARÉN 2004: 74).”

Mientras que las segundas, se dedicaron a la elaboración de alimentos españoles, los cuales eran más requeridos por los europeos y eran apropiados para su reventa urbana[4]. Hay que recalcar que todo este proceso de producción se da mediante la explotación de mano de obra india y mestiza, las cuales son retenidas por las haciendas como “deuda”. Por lo tanto,
“[l]a obligación que el sistema colonial imponía a los indios de pagar tributos (reparto de mercancías y obvenciones religiosas), imponía a los ayllus la necesidad de combinar el trabajo agrícola con las labores manufactureras” (YAÑEZ 2010: 217).

De tal manera que esto concierne un gran cambio dentro del rubro textil. Luego, en la época colonial, este trabajo en forma de ofrenda se convirtió en un pago de tributos en donde se tenían que hacer cada cuatro meses [5], haciendo sentir presión a todos los andinos y convirtiendo esta actividad en un trabajo en el cual los hombres también debían de participar.

[1] Cfr. CONTRERAS 2008-2009: 19
[2] Cfr. AMAT Y LEON 2006: 53,55
[3] Cfr. KLARÉN 2004: 71
[4] Cfr. KLARÉN 2004: 74
[5] Cfr.- MIÑO 1993: 25




Fuentes:

CONTRERAS, Carlos Compendio de historia económica del Perú / Lima : BCRP : IEP, 2008-2009

SUÁRES, Margarita Comercio y fraude en el Perú colonial : Lima : IEP : Banco Central de Reserva del Perú, 1995

AMAT Y LEON CH., Carlos (2006) La Colisión de culturas. En: El Perú nuestro de cada día: nueve ensayos para discutir y decidir. Lima: Universidad del Pacífico.

KLARÉN, Peter (2004) El choque de imperios y la formación de la sociedad colonial. En: Nación y sociedad en la historia del Perú. Lima: IEP.

YAÑEZ, César (2010). Producción y comercio de tejidos coloniales. Los obrajes y chorrillos del Cusco. (Consulta: 23 de abril) (http://www.raco.cat/index.php/HistoriaIndustrial/article/viewFile/63058/84891)

MIÑO GRIJALVA, Manuel La protoindustria colonial hispanoamericana / México, D.F : Fondo de Cultura Económica : Colegio de México : Fideicomiso Historia de las Américas, 1993

  • Video:

HITO 2: "Decreto de Libre Comercio"

En lo concerniente al hito del Decreto de Libre Comercio se puede decir que elementalmente se basa en la independencia o autonomía que el comercio colonial obtiene gracias a una operación del rey Carlos III a finales del siglo XVIII, específicamente en 1778. En los siguientes párrafos, analizaremos este hito mencionado para determinar las situaciones más resaltantes en la historia del comercio en el Perú.En primer lugar, al abrirse todos los puertos sudamericanos al libre comercio, Lima perdió parte de su poder económico y sus clases dirigentes entraron en franca decadencia. Hasta ese momento, los españoles habían intentado minimizar el contrabando recurriendo al régimen de flotas y galones el cual nunca fue aplicado rígidamente debido a que no se conocía si la mercancía llegada era legal o de contrabando; con ello se inicio la promulgación por Carlos III del decreto de libre comercio ya mencionada anteriormente.[1]

En segundo lugar, el fin de este decreto fue la de impulsar el incremento económico de las regiones recónditas y olvidadas por los tradicionales rumbos monopólicos y realizar un cambio transversal hacia innovadoras fuentes de materias primas y oportunidades de venta para las industrias hispanas[2].

Por un lado, los españoles se dedicaron a la importación de nuevos productos y a la exportación de productos del Perú a España y el resto de Europa. La extracción de oro y plata se convirtió en la base del comercio entre Perú y el resto del mundo, siendo estos dos minerales los principales productos de exportación hacia nuevos mercados.[3]

Por otro lado, dicho decreto permitió la legitimación al intercambio comercial entre puertos españoles y americanos, oscilando entre trece y veintidós respectivamente.En contraste, cabe mencionar que muchos historiadores afirman que:“Este Decreto de Libre Comercio que llamó tanto la atención de las Américas no debía denominarse libre desde que solo podían ejercerlo los Españoles con las América y en determinados puertos.” (Paz 1962:10) Algunos de los puertos que estaban capacitados para este intercambio comercial eran el Callao, Arica y Guayaquil.Por otra parte, se puede mencionar que:

“Este decreto no pretendió abrir los mercados americanos a las potencias extranjeras sino todo lo contrario, su objetivo fue disminuir el contrabando, canalizando el comercio extranjero y la actividad marítima a través de los puertos españoles.” (DIBAM 2010)

Así pues, los españoles respaldados por este mecanismo comercial egocéntrico empezaron a enriquecerse rápidamente y, de esta manera, fortalecieron su economía. No obstante, a pesar de esta distribución nada equitativa de riqueza, Perú siguió conservando su supremacía comercial en Sudamérica con el registro de casi 15% de exportaciones hacia el mundo hispano. Así mismo, se solidificó nuevas rutas de comercio que tuvieron como centro, para América del Sur, al puerto del Callao; que aún hoy en día es el principal puerto de comercio del Perú.En conclusión, el decreto de libre comercio fue una etapa trascendente en la actividad comercial en el Perú; ya que tuvo como respaldo una serie de consecuencias económicas malas al principio pero, que al paso del tiempo supimos sacarle provecho.

[1] Cfr. Monografías 2009: 1

[2] Cfr. Gómez 2009

[3] Cfr. Peru market Places 2009: 1

  • Fuentes:

PAZ, Mariano (1962) Historia del Perú independiente. Editorial: Instituto Nacional Sanmartiniano.

MAZZEO, Ana Cristina (1994) El comercio libre en el Perú: Las estrategias de un comerciante criollo. Lima: Pontifica Universidad Católica del Perú.

GOMEZ, Arturo (2010) El Decreto de Libre Comercio de Carlos III (1778). (Consulta: 21 de abril) (http://virreinatosyaudiencias.blogspot.com/2009/10/el-decreto-de-libre-comercio-de-carlos.html)

MONOGRAFÍAS (2009) Régimen comercial :el mercantilismo. (Consulta 20 de abril de 2010) (http://www.monografias.com/trabajos/regcomercial/regcomercial.shtml)

PERU MARKET PLACES (2009) Historia del Comercio en el Perú. (Consulta 19 de abril de 2010) (http://www.perumarketplaces.com/esp/peru2.asp)[1] Cfr. Monografías 2009: 1[2] Cfr. Gómez 2009[3] Cfr. Peru market Places 2009: 1)

DIBAM (2010). Comercio y contrabando en el siglo XVIII. (Consulta: 21 de abril). (http://www.memoriachilena.cl/temas/index.asp?id_ut=elcomercioylacrisiscolonial)

  • Slide show:

http://www.slide.com/r/zv7SVTj93D9QN9jXmLl0I2frdDEG7Gda?previous_view=mscd_embedded_url&view=original

VIDEOS:

A continuación se presentarán los siguientes videos, los cuales contienen información que complemeta y aporta lo expresado en los hitos anteriores. Puesto que, expresan cómo las reformas borbónicas influyeron en el comercio colonial. Así, el primer video toca el decreto de libre comercio y cómo funcionó así como habla también del auge minero, entre otros temas. Mientras que el segundo video habla del comercio marítimo que se tocó en el primer hito y de otras actividades comerciales realizadas en la colonia.







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